Fósiles
Los fósiles son huellas o restos de organismos que habitaron la Tierra y que se han conservado en las rocas a lo largo de millones de años. Son una ventana al pasado que permite saber cómo eran antes los ecosistemas, además, ayudan a datar las rocas que los contienen. La excepcional colección del Geoparque Mixteca Alta resguarda dientes de mamut del Pleistoceno, icnofósiles (huellas fosilizadas) del Cenozoico y gasterópodos, bivalvos, corales y equinodermos del Mesozoico.
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AMMONITE
(F001)
Los ammonites fueron moluscos cefalópodos muy abundantes. Vivieron desde el Devónico inferior (hace 380 millones de años) hasta su extinción al final del Cretácico (hace 65 millones de años). Durante el Paleozoico, los ammonites fueron una especie muy diversa y abundante.
Eran organismo pelágicos, es decir, que se desplazaban mediante propulsión a chorro, y tenían una concha en espiral dividida en cámaras y separadas por septas (paredes internas con complejos pliegues llamados lóbulos y monturas). Su concha y estructura interna permiten distinguir las distintas especies de ammonites.
Gracias a su amplia distribución geográfica, rápida evolución, y la facilidad que presentaba su concha para fosilizarse, sus fósiles se encuentran con frecuencia y son utilizados como fósiles guía para datar rocas sedimentarias.
TRILOBITE
(F002)
Los trilobites son artrópodos marinos extintos, que presentaban un exoesqueleto dividido en tres lóbulos longitudinales y tres partes corporales: cabeza, tórax y cola. La mayoría de los trilobites median solo un par de centímetros, sin embargo, se han encontrado organismos de apenas 1 mm de longitud y hasta 72 cm. Estos organismos podían nadar o caminar sobre el fondo marino, y algunos podían enrollarse en forma de bola como defensa.
Vivieron entre el Cámbrico y el Pérmico, hace más de 250 millones de años.
Su registro fósil se basa principalmente en sus caparazones, ya que las partes blandas no fosilizan fácilmente. Debido a su evolución rápida a través del tiempo, son considerados de importancia para entender la evolución y diversidad de la vida marina durante el Paleozoico.
RIZOLITOS
(F003)
Los rizolitos son raíces fosilizadas que se forman cuando las raíces de plantas quedan enterradas en sedimentos finos, es decir, quedan conservadas en los suelos. La formación de estas estructuras organosedimentarias ocurre al descomponerse la materia orgánica y el espacio que ocupaba es reemplazado parcial o totalmente por otro sedimento, creando una réplica de la raíz original.
Estas estructuras pueden ser cilíndricas, rectas o curvas, y reflejan tanto la forma de la raíz como las condiciones del suelo en el momento de su formación.
En el Geoparque encontramos raíces fosilizadas inmersas en la Formación Yanhuitlán.
TRIGONIA
(F004)
Es un género de bivalvos que pertenecen al phyllum Mollusca, un grupo de organismos predominantemente acuáticos.
Su origen se remonta a aproximadamente 237 millones de años, y alcanzó su máximo esplendor durante el Jurásico y el Cretácico. Los bivalvos de este género se distinguen por su concha gruesa y triangular compuesta de aragonita.
Son buenos datadores del Jurásico superior y Cretácico.
HUESO FOSILIZADO
(F005)
Durante el proceso de fosilización, generalmente solo se conservan las partes más resistentes de los organismos, como huesos, conchas o dientes, ya que las partes blandas se descomponen con mayor rapidez tras la muerte del ser vivo. A este tipo de restos se les conoce como fósiles corporales.
En la formación de los fósiles corporales, uno de los procesos más importantes es la mineralización, también conocida como petrificación. Esto ocurre cuando los restos de un animal comienzan a desaparecer, pero las partes resistentes, como los dientes y huesos permanecen. Con el paso del tiempo, estos son cubiertos por sedimentos y reemplazados por minerales, convirtiendo los huesos en rocas.
Los fósiles son de gran utilidad para diferentes tipos de estudios, como investigaciones en anatomía comparada entre especies extintas y actuales, ayudan a reconstruir secuencias estratigráficas y aportan información sobre ambientes antiguos y su evolución.
MOLAR DE MAMUT
(F006)
El mamut es uno de los grandes animales que habitaron el Norte de América y Asia hace 12,000 años, durante la Era del Hielo. Es posible encontrar registro de este animal en pinturas rupestres (sobre las paredes de cuevas o cavernas) realizadas por el hombre prehistórico.
Los mamuts eran muy similares en apariencia a los elefantes, pero más altos y masivos. Tenían defensas largas y curvas, de hasta 5 metros de longitud.
Además de los colmillos, contaban con cuatro enormes molares de superficie ancha y estriada, que les permitía moler la densa materia vegetal que constituía su dieta.
Los restos fósiles encontrados permiten realizar una reconstrucción de cómo eran estos grandes animales.
Los mamuts resultan animales de suma importancia por su gran tamaño y la relación que mantuvieron con nuestros antepasados (Avendaño Gil, Carbot Chanona & Montellano Ballesteros, 2008).
CORAL
(F007)
Los corales son organismos acuáticos que forman un esqueleto calcáreo producto de las sustancias que elaboran al interior de su organismo.
Pertenecen al grupo de los cnidarios, y corresponden a una especie de animales que habitan de forma colonial, con algunas excepciones. Los corales forman aglomeraciones conformadas por cientos o miles de individuos, los cuales pueden alcanzar grandes dimensiones.
En los fósiles de corales, se observan estructuras con múltiples cavidades que se conectan entre sí, creando formas ramificadas o como panales.
Estas cavidades fueron habitadas por organismo milimétricos con cuerpos blandos, por lo cual no existen registros de ellos.
También es posible encontrar corales con forma de cuernos, adornados con paredes rugosas paralelas entre sí.
En el Geoparque es posible encontrar ejemplos de fósiles de coral a lo largo del Geosendero Yutoto, ubicado en el municipio de San Bartolo Soyaltepec.
GASTERÓPODOS
(F008)
Los gasterópodos son una clase del phylum Mollusca, conocidos comúnmente como caracoles. Se caracterizan por su masa visceral que presenta una torsión de 180°, así como por poseer una concha caliza univalva, generalmente enrollada en espiral y asimétrica.
Este grupo de moluscos apareció hace aproximadamente 540 millones de años, y ha perdurado hasta la actualidad, siendo uno de los más diversos, con más de 7,000 especies registradas. Habitan en una amplia variedad de ambientes, desde regiones tropicales hasta zonas árticas. Aunque la mayoría son marinos, también existen especies de agua dulce y terrestres.
Los gasterópodos se clasifican principalmente con base en la forma de su concha, la disposición de los órganos pares y la estructura de su rádula.
EQUINODERMO
(F009)
Los equinodermos son animales marinos invertebrados que viven al fondo del mar debido a su naturaleza sésil. Su nombre proviene del griego echinos, espinoso, y derma, piel.
Estos organismos se caracterizan por tener un esqueleto calcáreo y estar cubiertos de espinas. Tienen una simetría pentámera (en orden 5) claramente visible o enmascarada, con forma cilíndrica, de estrella, entre otros.
Los equinodermos aparecieron hace aproximadamente 540 millones de años, durante el Cámbrico, lo que los convierte en uno de los grupos de invertebrados más longevos que aún existen. Entre las especies más conocidas se encuentran las estrellas de mar, los lirios de mar y los erizos de mar.
En nuestro Geoparque se pueden encontrar fósiles de erizos de mar en el Geosendero Yutoto, en el municipio de San Bartolo Soyaltepec.
Los fósiles de erizos de mar se pueden identificar como estructuras esféricas de entre 5 y 20 cm. Durante el proceso de fosilización, suelen perder sus espinas, por lo que es poco común encontrar caparazones que las conserven, sino más bien se le encuentra por separado.
ORTHOCERA
(F010)
Fue un género de moluscos cefalópodos que habitó los océanos entre el Ordovícico y Triásico (entre 485 a 300 millones de años). Se caracterizaba por tener una concha recta, cónica y de aragonita. Aunque existieron especies de diferentes tamaños, algunas de las más grandes podían medir hasta 11 metros.
El Orthocera fue un depredador nectónico (nadador), que se alimentaba principalmente de trilobites, y fue muy abundante en su época, formando grandes acumulaciones de sus conchas en los fondos marinos y un tipo de roca sedimentaria llamada caliza con Orthoceras.
Tras la muerte del animal, la concha se llenaba de sedimento, formando moldes internos que se fosilizaron y recristalizaron en calcita.
ICNOFÓSIL
(F011)
Los icnofósiles son un tipo de fósiles que corresponden a aquellas evidencias de la actividad biológica de un organismo como alimentarse, desplazarse o reposar. Entre los rastros más comunes se encuentran las impresiones de patas, colas y vientres, producidos durante el desplazamiento del organismo. También es común encontrar nidos y madrigueras.
En general, es difícil determinar la especie a la que pertenece el registro, ya que no se suele preservar ninguna parte del organismo, sin embargo, estas se asocian principalmente con anfibios, reptiles, aves y mamíferos.
Para que estos rastros lleguen a ser icnofósiles, las huellas o rastros tuvieron que haber sido rápidamente cubiertos por un sedimento de grano fino, seguido por la desecación y endurecimiento de los sedimentos.
En el Geoparque se pueden encontrar madrigueras de invertebrados en la Formación Yanhuitlán (entre 50 y 40 millones años), los cuales pueden ser observados durante el recorrido del Geosendero Las Conchas.